Autodestructivo

Los labios de Yunho habían estado sobre un extremo de la papa frita por tres segundos más de lo usual, pensó Changmin. Sus ojos vagaron por el lugar. Las personas sentadas en las mesas a su lado no parecían notar el ambiente incómodo que había comenzado a rodearlos a medida que hablaban de cosas sin importancia.

Pero él si lo había hecho.

Su pecho se había contraído cuando la mirada de Yunho evadió la suya después de revisar su celular. Algo andaba mal, estaba seguro de eso. Inconcientemente, llevó su mano izquierda hasta su muslo y agarró su pantalón con fuerza, su instinto le decía que debía escapar o resultaría herido.

Su mano derecha tembló mientras tomaba una papa frita y se la llevaba a la boca sin levantar la mirada, no sabe si Yunho se dio cuenta y la verdad es que no quiere saberlo, solo está intentando alargar un poco más ese momento.

- Creo que me enamoré…

El frío y el calor invadieron su cuerpo al mismo tiempo. Las mejillas de Changmin enrojecieron, pero el resto de su rostro palideció. No se ilusionó pensando que se trataba de él, Yunho era un libro abierto y sabía que su nombre no estaba escrito en ninguna de sus páginas.

- Lo conocí hace unas semanas – Changmin ve ese brillo en sus ojos y no puede evitar odiarlo un poco, ya sabe como va a terminar todo esto, con Yunho es siempre igual. – Ha sufrido tanto…

Changmin tiene nauseas.

- Tengo el presentimiento de que esta vez será diferente. – dijo con una sonrisa nerviosa y la mirada en su plato.

Changmin no pudo suprimir esa carcajada irónica porque ni siquiera él la vio venir.

Yunho era un idiota, Yunho siempre fue un idiota y Changmin era un idiota también… por haberse enamorado.

- ¿Qué fue eso?- preguntó molesto. Changmin negó con la cabeza varias veces mientras intentaba no perder el control. Su amistad con Yunho dependía de eso.

- A la mujer detrás de ti se le cayó la comida de la boca – mintió con naturalidad. Yunho pareció dudar unos segundos antes de decidir creerle y seguir explicando las razones por las que en esta ocasión iba a funcionar.

A Changmin le duele saber que no será así, en serio, le duele.

¿Cómo lo sabe?

Yunho cree que el amor puede contra todo, pero nunca ha amado de verdad.

Changmin sonríe ante su inocencia.

Para Yunho, estar enamorado es amar.

Para Yunho, el respeto es sinónimo de amor.

Para Yunho, el que te cuiden significan que te aman.

Para Yunho, escuchar atentamente es interés en el otro.

Para Yunho, mirarse a los ojos por segundos eternos es hablar sin palabras.

Para Yunho, tomar de la mano a otra persona lleva la intención de pasar el resto de su vida con ella.

Para Yunho, quién solo quiere amar, todo es amor.

Changmin ha estado a su lado en calidad de amigo y ha hecho más cosas de las que hay en esa lista de ilusiones de Yunho. Changmin conoce cada miedo, cada trauma, cada sueño frustrado y realizado, cada inspiración, cada gesto, cada meta, cada inquietud, cada… cada todo y, aún así, no ha podido amarlo. Sin embargo, no intentará dirigir los sentimientos de Yunho hacia si, puesto que es él mismo quién tiene que elegir a quien amar y a quien dejar que lo ame.

Amar es un sentimiento conciente, por eso puede morir cuando daña. Y Changmin solo le ha brindado su amistad, no su amor, porque sabe que Yunho no sabría que hacer con algo tan delicado.

Yunho piensa que a Changmin le falta mucho por vivir.

Changmin piensa que la vista de Yunho se ha nublado con tantas experiencias.

 - Espero que esta vez sea el indicado, Hyung.

Las palabras más sinceras que Changmin ha pronunciado.

“Déjame amarte.”

Las palabras más dolorosas que nunca dirá.

Yunho sonrió y Changmin correspondió el gesto.

No importaba cuánto doliera, quería estar a su lado cuando su corazón se rompiera otra vez.